¿Cómo lavar ropa de bebé a mano?
Las dudas son muchas, y como la piel de un bebé es muy sensible, el asunto merece atención y cuidado especial. Amor y dedicación sabemos que no faltan, pero cuando hablamos de una etapa tan nueva de la vida, saber sobre limpieza e higiene hará la diferencia.
En los negocios, es común que la ropa esté almacenada en depósitos, expuesta a ácaros. Cuando la lleves a casa, es imprescindible que laves todas las prendas de bebé antes de usarlas. La limpieza de las prendas infantiles, especialmente hasta los tres años de edad, tiene carácter de prioridad justamente para la prevención de las alergias e irritaciones que pueden causar los productos químicos. Conocé algunos consejos sobre cómo lavar la ropa de bebé.
Separá la ropa de bebé de la del resto de la familia antes de lavarla. Este es el cuidado más importante: separar la ropa de bebé de las del resto de la familia desde recién nacido hasta los 3 años de edad. Esto es fundamental para evitar la transmisión y contagio de cualquier bacteria. Lo ideal, inclusive, es tener palanganas y baldes exclusivos para la ropa de bebé, para que no haya ni siquiera riesgo de contacto con productos químicos muy fuertes.
Los jabones comunes pueden causar irritación a la piel sensible del bebé, que aún no tiene la misma inmunidad que un niño más grande. El producto puede contener colorantes, aromatizantes, ácidos y otros compuestos que también contribuyen a la aparición de problemas respiratorios. Optá por un jabón neutro o los productos específicos para bebés, que se encuentran fácilmente en el supermercado. Enjuagá bien las prendas para evitar que queden residuos.
Mucha gente termina haciendo uso excesivo de suavizantes para dejar la ropa con más perfume, el famoso “olor a bebé”. Sin embargo, el suavizante, además de disminuir la permeabilidad y durabilidad de la tela, intensifica la ocurrencia de alergias respiratorias. Es mejor usar vinagre blanco, que deja la ropa tan suave como desinfectada y no deja su olor después de seco. Usá 25 ml por cada litro de agua.
1. Enjaboná y dejá la ropa en remojo por 15 minutos en una palangana con agua.
2. Refregá las prendas con delicadeza.
3. Las manchas más difíciles podés quitarlas con bicarbonato de sodio o vinagre blanco.
4. Enjuagá completamente.
5. Dejá secar las prendas y planchalas dadas vuelta.
Dales preferencia a los días soleados para secar la ropa de bebé, o usá la secadora. Es importante que las piezas se sequen completamente antes de que las guardes, para que no haya riesgo de proliferación de moho, hongos o bacterias.
El calor ayuda a eliminar bacterias y otros microorganismos. La recomendación, entonces, es planchar las prendas dadas vuelta. No te olvides de esto antes de guardarlas.